¿Cómo estaba Khan?
Catherine tuvo que ser paciente y esperar a que los veterinarios hicieran todo lo que estuviera a su alcance para garantizar la supervivencia de Khan. Aunque sabía que él estaba en buenas manos, no pudo evitar preocuparse. La angustia le causó dolor de estómago; no podía aceptar tener que perder al nuevo miembro de la familia. Cuando los veterinarios regresaron para hablar con Catherine sobre el estado de Khan, la encontraron caminando de un lado para el otro y, al verlos, corrió hacia ellos un millón de preguntas.