Alejarte de las comidas copiosas y del alcohol
En verano suele aumentar el consumo de alcohol. Además, seguro que cenas más tarde de lo que suele ser habitual el resto del año por ser los días más largos. Seguro que las cenas también son más abundantes porque estás de vacaciones o es la época para comer más. Sin embargo, estos factores te afectan directamente a la hora de dormir, generando más problemas con el sueño.
Pero no solo el alcohol o las comidas abundantes te pueden perjudicar a la hora de dormir. Si bebes cualquier tipo de líquido justo antes de acostarte aumentarán tus ganas de orinar, por lo que se puede llegar a interrumpir el sueño.
