Conclusión
¡El dolor de espalda es un verdadero… ¡pues, dolor! No hay duda de ello. Puede llegar cuando menos lo esperas, con tus tareas diarias siendo un instigador o el agravante. Sin embargo, no tienes que depender de muchas píldoras, pociones y magia vudú.
En su lugar, puedes probar una serie de ejercicios para la espalda que trabajan para fortalecer los músculos y aliviar el dolor. Si bien no obtendrás puntos por elegancia y clase cuando domines las inclinaciones pélvicas, ¡te sentirás mucho mejor después de hacerla!