El peluquero es considerado por muchos (si no todos) como una especie de psiquiatra. Cuando no nos sentimos bien, una de las cosas que pensamos hacer para cambiar nuestro estado de ánimo es cambiar el color de nuestro cabello o un corte de cabello, lo cual podemos lamentar más tarde (pero es mejor discutirlo en otro artículo). ¿No me digas que no haces un cambio en tu cabello cuando te sientes triste? No hablemos de nuestro peluquero, que la mayoría de las veces juega el papel de psicólogo oyendo nuestros problemas y preocupaciones.