Ahórrate la molestia de buscar entre los anales, y dale una oportunidad a estos 8 remedios baratos, naturales y basados en la ciencia.
1. Vinagre
El vinagre es un disuasivo natural muy eficaz contra las hormigas. Interrumpe sus rastros de feromonas y el olor ayuda a evitar que regresen. Mezcla una proporción de 1 a 1 de agua a vinagre en una botella con rociador (tanto la sidra de manzana como el vinagre blanco son suficientes). Agita la solución y luego rocía a lo largo de los rodapies, los marcos de las puertas, los marcos de las ventanas y las encimeras. Repetir diariamente o según sea necesario. El vinagre es un desinfectante natural y un limpiador multi-superficies, así que no dudes en usar este spray en abundancia.
Las hormigas odian el olor del vinagre, y elimina los rastros de olor que utilizan para desplazarse. Observa a las hormigas por un rato, y verás que todas siguen el mismo camino dentro y fuera de tu casa. Si eliminas sus rastros de olor, te dará una gran ventaja en la batalla.