2. Ayudan en el desarrollo de los niños (físico y mental)
Si tienes hijos, debes saber que un perro puede ayudarlos en su crecimiento. Los niños que crecen con un perro de mascota aprenden a entender y respetar las necesidades de los demás, se vuelven más responsables y aprenden a crear lazos emocionales. Los niños obtienen un compañero de juegos que no se aburre, no se cansa y mejora su condición física ya que juegan horas interminables. También se ha observado que los niños que tienen un perro están menos solos y tienen más habilidades sociales. También ayudan a los niños a mejorar su rendimiento en la escuela, ya que el juego y los abrazos de un niño con su perro, le ayudan a relajarse y a calmarse.
Por último, un niño que crece en la misma casa que un perro es menos propenso a desarrollar alergias y tiene un sistema inmunológico fuerte, ya que los perros transportan la suciedad, los gérmenes y el barro de los paseos y los pontencian.
