EL AGUA DETERMINA SI UN ALIMENTO SE PUEDE CONGELAR O NO
La principal cuestión que hace que un alimento se pueda o no meter en el congelador es la cantidad de agua que contiene. Todos los alimentos, sean de origen vegetal o animal, llevan agua. Los alimentos con grandes cantidades de agua son los que peor aguantan la congelación.
Por ejemplo, al tratar de consumir un queso fresco, una lechuga o unas patatas (todos ellos ricos en agua) veremos que su textura se ha estropeado. Las patatas son parte de muchos platos que solemos congelar, como las lentejas y otros guisos.
Lo mejor que podemos hacer es congelar esos platos sacando previamente las patatas, porque no aguantarán bien el congelador.